Debajo de mi casa hay un colegio e incluso los sábados realizan actividades extraescolares. El acontecimiento que me llamó la atención fue un simple partido de futbol sala. Los niños llegaban al patio con su equipación correspondiente y cargados de ilusión y alegría.
Justo al comienzo del partido el terreno de juego desprendía aullidos de odio, rabia y tensión provenientes de los laterales, donde los padres vociferaban con la única misión de desconcentrar a sus hijos y de meterles una presión totalmente innecesaria.
CONSEJO PRÁCTICO PARA ESTA "ESPECIE" DE PADRE: dejen a sus hijos jugar en paz y búsquense un hobby. El futuro os lo agradecerá.
Uff, es que hay cada uno por ahí que vuelcan su frustración en sus hijos. Que dejen tranquilos a lso chavales, ¡coño!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo... que necesidad hay...
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡¡