martes, 26 de noviembre de 2013

288. CORRER AL RITMO DE LA MÚSICA

Desde siempre me ha gustado correr sin ningún motivo de huida, tan solo por las sensaciones que esta acción transmite al cuerpo y a la mente. Algo similar me sucede con la música, que también me ha apasionado desde que tengo uso de razón. El primer recuerdo de ponerme unas zapatillas fue para realizar una milla urbana con unos doce años, en la misma época en la que comencé a aprender un instrumento y a escuchar canciones de Loquillo y de Dire Straits.

A estas alturas, tras decenas de conciertos, carreras y otros proyectos culturales, me encontré disfrutando de las dos facetas en la Maratón de Valencia, donde acompañó música antes y durante toda la carrera. 



Parece un hecho meramente anecdótico aunque para el corredor supone una dosis de adrenalina brutal cuando las fuerzas comienzan a flaquear, en los últimos kilómetros del recorrido. 



El resultado de esta experiencia la puedo resumir a base de SENSACIONES: FRÍO al salir de viaje y encontrarnos con un nevazo antes de Teruel que nos retrasó el encuentro con familiares y amigos. ESTRÉS para coger el dorsal y bolsa, para escuchar algún grupo con bastante premura y para buscar el hotel. SORPRESA al coincidir en el ascensor con un veterano corredor inglés que nos contó que esta carrera sería su número doscientos diecisiete en veintiocho años, y es que no nos salían las cuentas. TRANQUILIDAD en el Restaurante Italiano, en un intento de cargar el buche de hidratos y prepararse para el descanso. NERVIOS al despertar al día siguiente, aunque templanza al salir y ver que el día iba a acompañar. EMOCIÓN al entrar a la zona de salida, rodeado de miles de corredores con ganas de hacer turismo por Valencia. ESPERA IMPACIENTE desde que se escucha el pistoletazo de salida y pasan minutos hasta que nos ponemos en marcha. ESCALOFRÍO cuando llevábamos los primeros kilómetros y un grito  constante y cada vez más intenso vino desde atrás amenazando con tragarnos. Al echar la vista atrás se vio como una ola humana y acompasada nos invitaba a levantar los brazos y a gritar, impresionante. ALEGRÍA amenizada por batucadas, dulzainas, pop, rock y diversas improvisaciones por parte de espectadores. CALIDEZ en el km 34 al ver a la familia y que mi mujer me acompañara unos metros. DOLOR cuando las piernas parecían rocas y los calambres asustaban de tal esfuerzo, tan solo a un par de kilómetros para meta. EXCITACIÓN MÁXIMA cuando un pasillo cerrado de miles de personas animaban a cada corredor hasta el final, en mi caso con el único pensamiento puesto en la persona a quien iba dedicada esa mirada al cielo, al caminar entre las aguas del Parque de las Ciencias y las Artes, hasta cruzar meta.

Hay muchas maneras de buscar sensaciones en esta vida, personalmente me quedo con el camino compartido por la cultura y el deporte. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

287. FRONTERA

Y después de mucho tiempo sin pasar por una sala de cine, ni de apetecerme después de ver la cartelera, y después de ver como cierran salas donde ponían cine independiente y de calidad, debido a la crisis y a que la gente no iba en masa aborregada. Lo comercial últimamente valora más que la gente compre palomitas y beba cola a litros, y así nos va.

Por ello, la mejor opción se encuentra en sus casas y en sus ordenadores. Salas improvisadas donde entrando a una dirección se puede disfrutar de miles de títulos, a un precio módico. Muchos se nos escaparon en su momento y ahora existe la posibilidad de rescatarlos, otros son novedades imposibles de encontrar en una sala comercial.

Lo mejor es que lo descubráis vosotros/as mismos/as: www.filmin.es

Por mi parte, me quedo con un estreno cuya sipnosis me ha llamado la atención, sin decir que este tipo de producción es lo que me hace sentir ilusión por el cine del futuro, digital y "de buscarse la vida". De momento no se puede ver en filmin, habrá que esperar y merecerá la pena.


Un grupo de teatro ensaya una versión de “12 hombres sin piedad” cuando los interrumpe una alarma. Nos encontramos dentro de la prisión de Quatre Camins y la señal indica el aislamiento de los módulos. El grupo, integrado por seis presos y ocho personas del exterior, permanecerá aislado por una epidemia de origen desconocido. La falta de información y el temor a un posible contagio pondrá a prueba su fortaleza y cambiará para siempre sus vidas. El individuo frente al grupo, ¿Inocentes o culpables?

martes, 5 de noviembre de 2013

286. DE SUSTO

Ya pasó el fin de semana del miedo, ese en el que todos nuestros niños son alentados por sus maestros de inglés para que se disfracen como los niños USA. ¿Tiene sentido acogerse a la tradición de otros, teniendo tradiciones para exportar? Bueno, si lo hacemos con nuestros alimentos, al final este tema permanece en una mera anécdota para tomársela a cachondeo.

No queda otra que adaptarse a los cambios y a las modas, y llega un momento en el que si no puedes con ellos, pues mejor unirse y la noche de la víspera de Todos los Santos, pues que mejor que ver una de terror, eso sí, de producción nacional. Este es un género que me produce más risa que pánico, pero que reconozco que cuando la peli es buena, algún susto en condiciones si que te llevas, además de disfrutar de cine de calidad.

En esta ocasión, rescatamos de las estanterías ese primer REC de Paco Plaza y Jaume Balaguero, la misma que va por el número cuatro y de las que no tengo el mínimo interés.


REC mantiene, como todo el mundo sabe y no voy a descubrir, una realización original basada en un cámara de televisión que no para de grabar, similar al invento Dogma, y que parece que, desde el minuto uno, todo está visto. No es así, y hasta el final hay susto.