No puedo evitar una gran curiosidad por ver esta película de Isaki Lacuesta, recientemente premiada en San Sebastián con la Concha de Oro.Se habla de un jurado valiente al premiar una película arriesgada y distinta que no ha sido aceptada por un sector minoritario de la crítica. Ese mismo que no acepta algunos trabajos que gustan al público masivo, aunque tampoco aquellos que se salen del canon aceptado como correcto, cinematográficamente hablando.
Con Los pasos dobles se presenta una ficción, a lo documental, con ciertos recuerdos al Western, al cine de aventuras y a otros matices dificilmente etiquetables. Aquí surge el verdadero interés por el film, además de que un artista real interprete el papel de otro artista. Subtemas que giran alrededor de la pintura suelen inyectar en cualquier trabajo cinematográfico una frescura que lo hace muy apetecible.
Por otro lado, ya conocemos algo parecido en las pantallas en lo que se refiere a la utilización a modo documental para introducir una historia, como nos tiene acostumbrados Gerardo Olivares. Me consta que Isaki ha usado su propio estilo y una vuelta de tuerca original que en ningún momento nos recordará al anterior realizador.
De un modo u otro, este método innovador de presentarnos una historia en la pantalla, es totalmente compatible con la veracidad, la intriga y el disfrute de un cine al alcance de todos.
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