Me he acordado de que hace unos años escapé al Benicassim y ya notaba que había entrado en la treintena y me apetecía un camping privado, alejado de las locuras tribales del barbecho que habilitan para el evento. Allí encontré a otros con ese vicio de dormir por la mañana después de los conciertos. Recuerdo que con otro cinéfilo-melómano quedé en asistir, a mediodía, a un teatro donde proyectaban los seleccionados del concurso de cortometrajes.
No llegamos, nos tiraba más la cerveza, la piscina y coger fuerzas para la noche. El FIB ya queda a un lado y la mirada puesta en otros festis que todavía quedan por vivir.
Ahora me apetece escribir sobre verano, cine y música. también de música sobre cine y de cine sobre música. El asunto está en que estas vacaciones apenas hemos pisado un festi (el de Jazz de San Javier, entrando los últimos y saliendo los primeros y es lo que tienen las prisas) y a la hora de contaros algo fresquico pues me conformo con apoyarme en las herramientas que la Red nos pone delante, como este enlace: http://www.filmin.es/fib
Estaría bien que más festivales optaran por el reto de unir MÚSICA, CINE, TEATRO, DANZA y otras ARTES bajo un mismo FESTIVAL.
Desde luego sería un reto importante. ¿Tendrían salida para un público nacional? A veces parece que el esfuerzo no se ve refrendado.
ResponderEliminarEn fin, un abrazo