Alejandro resultaba un niño interesante, rodeado de otros de su edad que no compartían la educación que había recibido de sus padres. Este hecho no le hacía ni mejor ni peor, tan sólo diferente ante los ojos de los demás.
Desde muy pequeño sus progenitores tenían muy claro cómo querían enseñar a su hijo, dentro de un mundo materialista que dilapidaba cada uno de los valores aprendidos décadas atrás. Gracias a Internet, Adela y Emilio encontraron todas y cada una de las herramientas necesarias hasta llegar al producto educativo digno para la ocasión. Siempre estuvo entre los proyectos de la joven pareja la ilusión de educar a un hijo al margen de lo que las modas dictaban a través de los medios de comunicación. No permitirían que su niño malgastara el tiempo libre acribillando a seres humanos virtuales ante una pantalla de ordenador... (To be continued).
Qué tema tan controvertido el de la educación que elegimos para nuestros hijos.
ResponderEliminarSeguiré leyendo...
Saludo
... y esto es Oviedo, ¿verdad? Mi ciudad, a pesar de que desde hace una semana, viva en Caravaca. En mi primera salida por la ciudad me he estrellado con un teatro y un festival lo-fi. Curioso. A ver si puedo ver los que se me han escapado hoy. Un saludo.
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