Cuando la idea está escrita y debidamente desglosada, las ganas de experimentar son más fuertes que el dinero. En ese debido instante, una mente creativa se convierte en un arma de supervivencia que pide ayuda a troche y moche a amigos y conocidos en la materia para que, sin ánimo de lucro y sólo por amor al arte, se embarquen en su particular carabela que, si no naufraga antes entre montañas de problemas encontrados en su recorrido, el exitoso destino se centrará en culminar el proyecto y que luego pueda decir, "al menos lo hemos terminado, aunque no vaya a llegar a ningún sitio o pantalla"...o quien sabe, que para eso está La Red como medio de promoción y difusión, a veces tan poco aprovechada por desconocimiento de su infinidad de posibilidades aún por descubrir.
Tal vez lo más sencillo sería que la imaginación volase libremente sin preocuparse de los problemas económicos.
Aunque la dificultad aumenta cuando la locura es larga y dura como la vida misma y uno piensa que ya es el momento de dejar el relato breve y el cortometraje y pasar a algo de mayor duración...
No hay comentarios:
Publicar un comentario