Una lástima que un lugar salte a la fama por un fallo de que "uno/a se piensa que sabe hacer algo cuando no se sabe", y además este defecto se agrava con la edad. Todos conocemos el fenómeno "paranormal" acontecido en una iglesia de Borja, punto y final. La mofa llegó a tal punto que las cadenas televisivas lo llevaron a su prime time, debido a su escasez de ideas y de recursos informativos y culturales.
No tiene sentido que haya llegado este evento-error a una peregrinación hasta cierto templo para mofarse ante semejante esperpento, al que todavía tuvieron la poca decencia de mostrar. No tiene sentido que se le saque partido por parte del pueblo y de sus vecinos, dejando a la autora en una posición de mártir por una causa, un pueblo desconocido para los medios de comunicación que actualmente está en boca de un público que necesita hablar de algo para dejar de lado su crisis y su actual miseria.
No tiene sentido que se lleve a cabo el embotellamiento de un vino denominación "Campo de Borja" con la etiqueta de la restauración-catastrofe, para vender una producción que no necesita de ello. Un vino con carácter y personalidad como el de Borja no requiere de este penoso marketing.
Y ya que me he metido en este jardín y en el intento de que este blog sea lo más CINÉFILO posible, dejo caer la idea a algún que otro guionista de una noticia real, digna de ser llevada a la ficción. Un personaje (que no puede ser denominado ni persona desde el primer minuto de esta historia en cuestión) relató en un periódico de Aragón que se encontró un pincel usado por la autora del malparado Ecce homo (imaginamos que el tipo lo deduciría por los restos de pintura que coincidían con el tono usado en el retrato), y que con toda su buena voluntad fue a devolvérselo a su dueña. La señora en cuestión, que más ya no podía perder, le dijo que se lo podía quedar. El tiparraco le pidió que se lo firmara como recuerdo del momento. Ya en casa, el personajillo pensó que Él también estaba en su derecho, al igual que los medios de comunicación, de sacarle partido a la causa. Sin dudarlo dos veces, o tal vez sí ya que declaró haberlo comentado con algún amigo, lo sacó directamente en Ebay con una salida a puja de 1000 eurillos de nada, aportando como autenticidad la dedicatoria de la señora, que iría de extra a semejante venta. Los responsables de dicha empresa no dudaron ni un instante en retirar el producto, lo que llevó al indignado protagonista a dirigirse a los medios de comunicación como forma personal de protesta.
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