El dilema se presenta al partir de cero en un escenario global y crítico donde el apoyo a la cultura y al arte se ha reducido al mínimo y prescindible. Tirar siempre del apoyo incondicional de los mismos colaboradores y atraerlos con ideas luminosas ya no es una fuente inagotable, hace aguas y todos se cansan de escuchar que será el proyecto definitivo y culminante.
Llega el momento de plantearse lo siguiente (a nivel de producción cinematográfica indie freelance y de fácil manejo): ¿Seguir con las ideas que uno tiene en mente cueste lo que cueste o esperar a tiempos mejores?
¿Es el momento de embarcarse en un proyecto de largometraje de bajo presupuesto aunque sin subvenciones ni apoyos a gran escala sin que nadie te tache de lunático cultural?
¿El Crowdfunding funcionaría en este tipo de proyectos?
Cuestiones al aire cada vez más difíciles de responder...
¡Bueno, nunca se sabe!...Estas cuestiones que lanzas al aire, un aire contaminado por cierto, son difíciles de responder, y más por alguien ajeno a este mundo como soy yo...Sin embargo me parece que tu podrías tener respuestas y tal vez con ellas renueves esta contaminación generalizada del aire que respiramos...Tal vez, ¿porqué no?...
ResponderEliminarUn saludo desde el mundo del desconocimiento cinematográfico y otro desde el mundo del "¡porqué no!"...
Interesante la cuestión que planteas, Víctor. Creo que es necesario continuar con esas ideas que hierven en la mente, cueste lo que cueste. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios y ánimos. Lo tendré en cuenta...iremos con paciencia y tranquilidad, que al fin y al cabo es como mejor salen las cosas. Saludos!!
ResponderEliminarYo creo que es mejor ser un lunático cultural, pero eso sí, sin pretensiones de éxito. Ya si vienen, genial.
ResponderEliminarUn abrazo