miércoles, 27 de abril de 2011

163. A GRANEL

Me atrevería a describir la figura del cinéfilo/a como alguien que le gusta ver cine con criterio, de todos los géneros pero seleccionando lo que probablemente mejor se ajuste a sus gustos.

Siguiendo esta linea de definición, la figura del cinéfago/a sería quien come de todo cine sin selección fija y se sumerge en un rollo infinito de película donde hay de todo, pelis buenas y malas.

Y esta reflexión me lleva a plantear lo siguiente: una mañana cualquiera, la primera decisión que se plantea un/a cineasta, antes del comienzo de su nuevo proyecto, es si en esta ocasión debería hacer una pelicula buena o una mala. No creo que nadie elija la opción de la peli mala, pero las hay sin que sean planeadas. Después de todo el jaleo y el dolor de cabeza que supone rodar para una duración de dos horas, todavía va y sale mala. ¿Y ahora quién va a ver este pestiño? En cuanto se corra la voz...

No pasa nada, pues ahí está la gran figura del cinéfago/a para dar buen bocado y sacarle la parte buena. Y eso no se puede negar. Porque si "alguna autoridad" le ha puesto una etiqueta que la consolida "de escasa calidad", no quiere decir que no se puedan extraer partes buenas y aprender de ellas. El/la cinéfago/a aprende incluso de lo sobrante, de las tomas eliminadas y del making off.

Así que, amigos y amigas amantes del Séptimo Arte, si tenéis cerca alguno o alguna de esta especie omnívora, es muy probable que os pueda ilustrar sobre aquellos recónditos lugares donde el mero cinéfilo/a no llegará tan siquiera a soñar.   

1 comentario:

  1. Yo tengo amigos que se compran películas sobrantes del mercado, "malas" si, muy malas. Y luego nos obligan a verlas a todos para sacarle el buen partido. ¿Qué he hecho para merecer esto? jajaja

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